DISEÑO EN LA INDUSTRIA DEL PACKAGING

 

Lo que está claro es que en la creación de nuevos envases y embalajes intervienen los principios y la filosofía del diseño.

 

Principios del diseño

No se puede hablar de principios universales del diseño, más allá de buscar la funcionalidad y la eficacia del producto diseñado y de partir de una idea. Sin embargo, multitud de diseñadores han acuñado, partiendo de estas bases, sus propios principios.

Un ejemplo es Dieter Rams, diseñador industrial alemán, en cuyos 10 principios del buen diseño considera que todo buen diseño:

  • Es innovador
  • Proporciona utilidad al producto
  • Es estético
  • Simplifica el producto, y lo hace comprensible e intuitivo
  • Es discreto
  • Es honesto
  • Es duradero en el tiempo, vigente más allá de modas
  • Concibe exhaustivamente hasta el último detalle
  • Respeta el medio ambiente
  • Es diseño en su absoluta mínima expresión.

El proceso de diseño

Como ocurre con los principios, existen diferentes procesos de diseño, en los que se ven patrones comunes que coinciden en los siguientes pasos:

  • Análisis
  • Conceptualización
  • Síntesis.

Lo más habitual es que las dos últimas secciones se repitan en varias ocasiones, con el fin de mejorar y pulir el producto resultante.

Ideas para mejorar el diseño de envases

Tanto los principios como los procesos de diseño de producto se aplican al diseño de packaging, y son las herramientas que permiten que el producto final (packaging, envase o embalaje) sea más atractivo y funcional.

Estas son algunas ideas que pueden mejorar el diseño de packaging:

Tener en cuenta las tendencias

Si bien el buen diseño no entiende de modas y es atemporal, conocer las tendencias de cada momento es una buena práctica que hará los envases más llamativos.

La tecnología es aliada del diseño

Las innovaciones tecnológicas van a aportar siempre un valor añadido, ya sea constituyendo un producto mejor (envase más ligero, más sostenible o más funcional) o marcando la diferencia respecto a otros similares (sensores de temperatura, trazabilidad del producto, una doble función, etc.).

No olvidar la estética

Si bien (al contrario de lo que se suele pensar) obtener un producto bonito no es el principal objetivo del diseño, el valor estético es importante. Un packaging atractivo y original se traducirá en que el consumidor escoja ese producto por encima de otros.

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