La publicidad en el punto de venta tiene, de momento, una clara influencia en nuestra decisión de compra.
Un estudio de FAW y Posterselect asegura que uno de cada cuatro consumidores se anima a la compra gracias a la PLV. Y a pesar de la saturación de mensajes publicitarios, el 85% admite prestar atención a esta fórmula. Los anuncios en los parkings de las grandes superficies o los mensajes colocados en los carritos de la compra del súper logran su objetivo en más del 70% de los clientes. Pero no sólo captan la atención, parece que, además, recordamos la marca anunciada en el 33% de los casos. En cualquier caso, parece claro que lo que ocurre en la tienda importa, y mucho, en los resultados de venta.
Los displays que vienen
El profesor Lluís Martínez Ribes, experto en retail y marketing y docente de ESADE, apunta algunas características de los nuevos displays que se convertirán en tendencia:
· Sostenibles: lo temporal debe ser reciclable y contaminar lo mínimo y esto afecta tanto a packaging como a PLV.
· Atractivos: gritar más ya no es el camino. Se trata de seducir, no de contaminar visualmente la tienda. Y un punto de venta ordenado aumenta la facturación.
· Interactivos y bidireccionales: la interacción física o la comunicación con la empresa a través del display aún son excepciones en el punto de venta, pero pronto se impondrán en los lineales.
· Conectados: la conexión desde la tienda con alguien en remoto es otra tendencia en aumento. Desde el display, vía internet, se podrá recibir ayuda, información o consejo. Si la mitad de los clientes españoles ya usan teléfonos inteligentes, ¿por qué un display no puede estar conectado a internet?
El poder de la PLV es evidente. Junto al mailing personalizado, ya es la fórmula publicitaria en medios no convencionales en las que más se invierte y con el mayor índice de crecimiento (estudio de Infoadex).
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