Personalización / digitalización: los productos se adaptan a los usuarios, esto influye en el packaging cuyo diseño ha de estar en constante evolución.
Tamaños adaptados a la realidad del consumidor: cada vez se consume más fuera del hogar, esto hace que las tiradas sean más cortas de formatos adaptados a cada necesidad.
Volatilidad: el consumidor se mueve por impulsos, modas, deseos… esto afecta a la vida de los productos, las empresas han de estar preparadas para saber dar respuesta a las necesidades volátiles de los usuarios en plazos casi instantáneos.
Interactividad: Los nuevos envases interactivos recogen la experiencia del usuario.
Fin de vida del envase: Uso de envases 100% biodegradables y compostables.
La logística del e-commerce: Las empresas buscan mejores soluciones para dar respuesta eficiente al proceso de embalaje y logística.
Optimización del sistema de envase y embalaje: Considerar al packaging como un proceso se podrá optimizar desde un punto de vista sostenible en costes y en impacto ambiental.
Vida útil del producto y seguridad alimentaria: Las marcas siguen un camino de transparencia en cuanto a los procesos de producción.
Ready-to-go: Son los envases de productos donde se pueden cocinar en el mismo envase.
Optimización de la reposición en el punto de venta: Embalajes listos para la venta que se pueden instalar en el lineal.
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